Le comento que desde hace mucho que lo observo dirigir el tránsito de la avenida 9 de julio e Independencia y quiero decirle que hace usted un excelente trabajo, mostrando la hombría, soltura y fuerza que debe mostrar un oficial de la talla que usted representa.
Recuerdo aquel momento en
que lo ví, moviendo su formado brazo izquierdo para tomar el silbato y pitar con tanta fuerza que todos supieron que usted señor Marianez, estaba imponiendo la autoridad de un verdadero defensor de la ley.
A veces lo imagino apretando las tiras elásticas de su chaleco antibalas y pienso en que tan felíz sería en apretarlo y estrujarlo contra mí y que sepa que desde que lo observo fumar sus cigarrillos colorados y to
mar termidor con los cadetes, me siento mucho atraido hacia usted.
Sepa usted que no puedo evitar sentirme en el aire cuando me mira y me dice "Señor" en ese saludo tan viríl que emana su fuerte y ronca voz apag
ada por el cigarrillo.
Ante todo quiero que cambie su modo ante mi, que de ahora en más sea "señorito" déjeme ser su suboficial primero, ser el pocho de su cachiporra, el seguro de su pistola. Ser suyo.
Antes que nada, que sepa lo que siento por usted.
Con mucho amor, Suboficial mayor Ricardito Marick
1 comentario:
quisiera comentar algo referente al post correspondiente...pero me es imposible, lo único que cabe decir es: WHAT THE FUCK!! jaja, igual, los anteriores y hasta este mismo me resultaron muy divertidos...soy nueva en el mundo blogero, pero pasare a visitarlos asiduamente...saludos longchanenses!!!
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